Ir al contenido principal

CONSEJOS BARATOS Y ÚTILES



Si te encuentras con un niño: valóralo.
Tú también fuiste niño alguna vez.
Si te encuentras con joven: anímalo.
Tú también fuiste joven alguna vez.
Si te encuentras con un adulto: fortalécelo.
Tú también lo fuiste alguna vez.
Si te encuentras con un anciano: admíralo.
Tú lo serás alguna vez.
Si te encuentras con un rico: dile que utilice bien su riqueza.
Alguna vez tú también has deseado serlo.
Si te encuentras con un pobre: dale algo de lo tuyo.
Es posible que alguna vez tú lo seas.
Si te encuentras con un enfermo: dale esperanza.
También puedes enfermarte.
Si te encuentras con uno que ha caído: levántalo.
Puede que tú caigas algún día.
Si te encuentras con un fuerte: felicítalo.
Tú también quieres ser fuerte.
Si te encuentras con un débil: hazle sentir que también él puede.
Si te encuentras con un cansado: dale aliento para que siga adelante.
Tú también puedes cansarte.
Si te encuentras con uno que se ha equivocado: muéstrale el camino.
También tú puedes equivocarte.
Si te encuentras con un pecador: invítalo a la conversión.
También tú necesitas convertirte.
Si te encuentras con un santo: imítalo.
También tú puedes serlo.
Si te encuentras con el sol: déjate iluminar.
También tú estás llamado a ser luz.
Si te encuentras con la luna: sonríele.
También tú eres luz en la noche de los hombres.
Si te encuentras con una flor: admira su belleza.
También tú estás llamado a adornar el mundo.
Si te encuentras con el canto de un pájaro: escúchalo.
Tú también puedes cantar.
Si te encuentras conmigo: no me cierres el paso.
Yo también soy peregrino como tú.
Publicado por Iglesia que Camina

Comentarios

  1. Felicitaciones, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...