De diez leprosos solo regresa uno. «Viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios» Cuantas veces no damos gracias por nuestra vida, creemos que tenemos derecho a esperar grandes cosas porque nos las merecemos al seguirlo a Él. Olvidamos que todo es don y el don es gratitud a su mirada sobre nosotros.
¿Reconozco y agradezco cada día las bendiciones que Dios me concede, o solo me acerco a Él cuando necesito algo? No olvidemos que el amor de Dios llega a nosotros normalmente por medio de la gente que se preocupa de nosotros y nos ayuda. Las bendiciones en tu vida, no son para atesorarlas, ni admirarlas en una vitrina, ni guardarlas bajo llave. Son para agradecerlas, compartirlas y celebrarlas.Con todos tiene compasión Jesús, pero solo uno regresa a dar gracias. A todos manda a los sacerdotes, y solo uno se ve curado. Todos quedaron limpios, y solo uno volvió para postrarse a los pies de Jesús y darle gracias. a Jesús. Un samaritano. Dios actúa hasta en los que no creen en él. Él le incorpora: ¡levántate, vete! Y añade: "Tu fe te ha salvado". Parece que la intervención salvadora del Señor está condicionada por la fe de cada uno en él. Los 10 leprosos sanan de la lepra. Solo uno se salva, al encontrarse con Jesús.



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