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LA SANTA MISA



“Cuando nosotros celebramos la Misa, no hacemos una representación de la Última Cena: no, no es una representación.

Es otra cosa: es exactamente la Última Cena.

Es vivir de nuevo la Pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente en el altar para ser ofrecido al Padre para la salvación del mundo.

Nosotros sentimos o decimos:

‘Pero, yo no puedo, ahora, debo ir  a Misa, debo ir a escuchar Misa’.
La Misa no se ‘escucha’, se participa y se participa en esta teofanía, en este misterio de la presencia del Señor entre nosotros”.


Desgraciadamente muchas veces miramos el reloj en Misa, “contamos los minutos”: no “es la actitud que nos pide la liturgia: la liturgia es el tiempo y el espacio de Dios, y nosotros debemos estar ahí, en el tiempo de Dios, en el espacio de Dios y no mirar el reloj”.



“La liturgia es exactamente entrar en el misterio de Dios, dejarse llevar al misterio y estar en el misterio.

Por ejemplo, estoy seguro de que todos venís aquí para entrar en el misterio pero a lo mejor alguno de vosotros dice:

‘Ah, yo debo ir a Misa a Santa Marta porque en el tour turístico de Roma también se puede visitar al Papa en Santa Marta, todas las mañanas: es un sitio turístico ¿no?’

Todos vosotros venís aquí, nos reunimos aquí para entrar en el misterio: esta es la liturgia.

Es el tiempo de Dios, es el espacio de Dios, es la nube de Dios que nos envuelve a todos”.


“Nos hará bien hoy, pedir al Señor que nos dé a todos este ‘sentido de lo sagrado’, este sentido que nos hace entender que una cosa es rezar en casa, rezar en la Iglesia, rezar el Rosario, rezar muchas bellas oraciones, hacer el Vía Crucis, leer la Biblia… y otra cosa es la celebración eucarística.

En la celebración entramos en el misterio de Dios, en ese camino que nosotros no podemos controlar: solo Él, el Único.

Él la gloria, Él el poder, Él es todo.
Pidamos esta gracia: que el Señor nos enseñe a entrar en el misterio de Dios”.

 
Homilía del papa Francisco hoy

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